En el año 2010, tras la iniciativa de varios vecinos interesados en mantener y conservar las tradiciones heredadas por nuestros antepasados y conscientes de la importancia de mantener el  legado cultural inmaterial malagueño, deciden crear en la ciudad de Torremolinos, la Asociación Folclórica Cultural.

El objetivo principal de nuestra entidad es la recopilación, defensa,  difusión, continuidad y puesta en valor del riquísimo legado andaluz enmarcado dentro el patrimonio cultural inmaterial, conformado por los cantes, bailes y danzas tradicionales, así como la recopilación, catalogación y reproducción de piezas de indumentaria tradicional y de usanza con las que se ejecutaban estas manifestaciones culturales andaluzas.

En el 2015, se inauguró nuestra sede, en la Avenida Carlota Alessandri 57, local 103, de Torremolinos. En esta nueva ubicación se ha convertido la entidad en custodia de la Colección Particular Juan Navarro, que consta de más de 800 piezas de indumentaria tradicional y de usanza que datan del s. XVIII en adelante.

En la actualidad, la nuestra asociación cuenta con 5 grupos de distintas dedicados al aprendizaje de las danzas y bailes, un grupo de rondalla de adultos y niños, y un taller de costura y bordado donde se reproducen técnicas antiguas de estas labores, asegurando de esta forma la continuidad de nuestro patrimonio cultural inmaterial.

En cada actuación, nuestra asociación interpreta con música y cante en vivo, los bailes y danzas tradicionales andaluces, ataviados con trajes e indumentaria recogido en distintos puntos de la geografía de nuestra comunidad.

Desde el 2016, es Escuela autorizada por el Consejo Internacional de la Danza CID-UNESCO, desde donde se han impartido la Certificación Internacional en Especialista en Danza Tradicional de Andalucía Nivel 10 y la Certificación Internacional en Verdiales, estilo Almogía Nivel 5.

Desde 2018, nuestro presidente es también preside la Federación Malagueña de Asociaciones de Folclore (FEMAFOLK), que tiene su sede en nuestra asociación.

Y desde el 2019, es la custodia del Centro de Interpretación Etnográfico de Málaga (CEDIMALAGA)